La ciudad de Barcelona está situada a orillas del mar Mediterráneo, en un terreno llano –el Pla de Barcelona– que hay entre el mar, al este, y la sierra de Collserola, al oeste. Así pues, la trama urbana queda encajada entre estos dos accidentes geográficos y dos más, que son los ríos Besòs, al norte, y Llobregat, al sur.
Barcelona es uno de los pocos lugares de Cataluña que, además de estar situado junto al mar y de una montaña que la defiende y hace de torre de vigilancia marítima –Montjuïc–, tiene dos entradas fluviales hacia los territorios del interior. Es, pues, un lugar estratégico por donde se reciben influencias desde el mar y se controla el territorio interior.
Si queremos salir de Barcelona por tierra, aparte de seguir la costa hacia el norte, por el Maresme, por donde no hay impedimentos físicos de importancia, podemos ir por los valles de los ríos Besòs y Llobregat. Estos pasos naturales son los que utilizan las principales infraestructuras viarias y ferroviarias que salen de la ciudad.
Por tanto, las salidas naturales de Barcelona tienen una marcada tendencia a llevarnos hacia el norte más que hacia el sur, una opción menos tenida en cuenta al encontrarse enseguida, una vez atravesado el Llobregat, los macizos del Garraf y del Ordal, que cierran la llanura barcelonesa e impiden el paso hacia el sur.
Barcelona se comunica por el río Besòs con el Vallès Oriental, desde donde el acceso hacia Gerona y las llanuras del Ampurdán y el Rosellón es llano, y, a través de un afluente del Besòs, el Congost, se llega a la llanura de Vic, desde donde es fácil ir al Pirineo siguiendo el valle del río Ter. El Llobregat comunica Barcelona con la Cataluña Central, con los territorios de Anoia y Segarra, y a través del Berguedà también llega al Pirineo.
Para ir hacia Tarragona sin tropezar con los macizos del Garraf y del Ordal primero es necesario ir hacia el norte, por el Llobregat, para después girar hacia el suroeste cerca de Montserrat, cuando se llega al Penedès. Esto es lo que hacían los romanos para ir a Tarraco y lo que hace la autopista y el tren de alta velocidad, aunque hoy en día todo es diferente y el tren y la autopista también atraviesan el Garraf, con un buen número de túneles.
¿Por qué explicamos todo esto de Barcelona? Porque su excepcional situación geográfica ha marcado la historia de la ciudad y tiene mucho que ver con que se haya configurado como capital de Cataluña. Lo veréis en un próximo artículo de este blog.
Emili López i Tossas
Breve historia de Barcelona: vívela, paséala, regálala...
En castellano, catalán, inglés y francés.